Feliz y lluvioso día!
En esta carta se nos muestra un fruto en el árbol, rojo y grande, en la esquina inferior puede verse cómo uno de esos frutos está cayendo, su proceso de maduración ha concluido. El significado de la carta de La Madurez en una lectura es que no se deben apresurar las cosas, la madurez no llega mediante la presión, sino por sí misma y cuando llega el momento oportuno las cosas suceden por sí mismas.
Cada momento y cada relación personal nos ofrece la posibilidad de regalar a los demás un poco de nosotros, de abrirles la puerta a nuestro corazón para que vean como somos y descubran nuestro nuevo yo madurado.
No es necesario forzar las cosas ni aprender a hacer nada, simplemente el momento ha llegado y comienza una nueva fase.
Si la meditación te trae una luz perpetua que luce cada noche la muerte no será el final, sino una puerta hacia un nuevo principio, hacia lo divino. Si tu corazón está iluminado, te volverás parte de un océano que todo lo riega y todo lo entiende. Esa experiencia te llenará por completo. De no conocer esa experiencia, tu vida habrá sido en vano. No hay medias tintas, se llega al final o no se llega y solo alcanzando el conocimiento absoluto se llega a la iluminación.
El “ahora” es siempre, solo cuenta este momento, todo lo demás es irrelevante y si tu momento es el de la fruta madura la ocasión para compartirla es perfecta, la fruta siempre estará madura en el momento adecuado. No existe tal cosa como la inoportunidad para este ciclo.
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Cuatro Consciencias 