Suele pasar que cuando hablamos de motivación, en nuestra mente se dibuja esa persona súper dinámica casi frenética, ansiosa por lograr un determinado objetivo. Fácilmente lo podemos asociar a esos carros cuando activan el turbo.
Y todos en algún momento hemos estado con el turbo a millón.
Sin embargo, ese turbo se gasta, el combustible de acaba e incluso el carro se recalienta, al nivel de fundir el motor.
Motivación vs Obsesión
Mucho se ha escrito para definir o tener una distinción en particular de lo que es la motivación, siendo la que más me hace sentido y quisiera compartir contigo, la siguiente:
Es un estado generativo interno del individuo, en el que se enfoca y mantiene de manera constante, una actitud orientada al logro de un objetivo.
Es esa chispa que genera una combustión interna, para que todo lo que deseamos lograr se cumpla. Pero, esa misma chispa puede generar una combustión radioactiva, convirtiéndose en un proceso obsesivo, en el que perdemos de vista la totalidad del mapa, por estar enfocado sólo en un árbol.
Para esto es importante que miremos qué tipo de motivación nos mueve.
Tipos de Motivación
Existen en relación al individuo, dos tipos de motivaciones que dependen de donde se genere dicha chispa.
- Motivación Extrínseca: es cuando la chispa se genera fuera del individuo, con una expectativa de recompensa derivada de una acción, y al no generarse producto del devenir del sujeto, suele ser una motivación débil o fugaz.
- Motivación Intrínseca: ocurre cuando la chispa se genera dentro del individuo, naciendo de un deseo de satisfacción de necesidad del este, casi siempre apuntando a un escalón más alto dentro de su pirámide de Maslow. En este caso, no importa mucho la recompensa o la gratificación externa, por lo que este tipo de motivación es el más valioso y productivo.
Pero …. ¿Entonces cuál es la mejor?
Ambas son necesarias en determinados momentos, y son buenísimas, pero ¿desde cuál te deseas aferrar para el logro de tus objetivos?
Si el objetivo es a largo plazo o perdurable en el tiempo, mi recomendación es una Motivación Impecable
¿Motivación Impecable?
Si, calma … Este, más que un tipo de motivación, es un proceso para que esta no se disipe, pudiendo ayudar a hacer el camino más sencillo ¿Por qué?
Si vemos que la motivación es la chispa que hace que todo movimiento se genere para el logro de un fin, al referirme a motivación impecable te invito a mirarlo como el proceso de mantener el foco en una meta, con una consciencia adulta y siendo amorosos con nosotros mismos (no es igual a ser indulgente).
Es decir:
- Encendiendo la chispa interna, valorando cada recompensa externa. Te lo pongo así, ¿Qué pasa con la fogata que tu generas, si alguien más le suma leña? Crece y se aviva; esto mismo pasa cuando valoras tu propia chispa y aceptas la recompensa que se generan a tu alrededor, antes durante y después del logro.
- Con autorregulación, sin obsesión. ¿Qué pasa cuando una fogata se descuida? Puede apagarse o peor aún, convertirse en un incendio incontrolable que calcina todo a su paso, y ante algunos de nuestras motivaciones desbocadas, hemos podido calcinar a hijos, familia, pareja y/o amigos.
- Desde la facticidad, sin fatalidad. El éxito o fracaso ante la conquista de tu objetivo es algo factico, existen circunstancia que se escapan de tu control. Pero tener esto en cuenta, te puede llevar a la paz de contemplar todos los posibles escenarios, sabiendo que alguno se puede escapar.
- Desde el adulto, sin caer en victimización. Esto va en consonancia con lo anterior, y parte del principio de asumir la responsabilidad de tu 50% de todo cuanto pase, para el logro de un objetivo.
- Con disfrute. Aunque la ambición de querer llegar al final del camino nos mantiene alertas, es importante mirar, desde y con disfrute, cada paso del camino. De lo contrario, la conquista de la cima no será más que un logro efímero, carente de sentido verdadero.
Y como para mí la motivación está muy asociada al elemento fuego, solo me queda invitarte a que te conviertas en el artista de tu propio fuego, donde seas capaz de dar vida a tus más grandes sueños, sin irrespetar o transgredir el resto de tus aspectos de vida.