Si estás leyendo esto es muy posible que te vayas a constelar en algún momento, así que de una vez bienvenido al club de las ovejas negras: aquellos que buscamos romper con los patrones limitantes de nuestra familia.
Las Constelaciones Familiares.
Esta es una técnica desarrollada por Bert Hellinger (ex sacerdote, filósofo y psicólogo) que, basándose en la observación de los patrones de conducta de la tribu de los zulúes, elaboró lo que en un primer instante se llamarían los Órdenes del Amor.
Los Órdenes del amor, son las premisas en la que se basa todo movimiento dentro de una constelación familiar, pero de ello ya hablaremos más adelante.
Antes de ello, ¿Para qué constelamos?
Todos venimos de un clan familiar que está lleno de tradiciones, costumbres, prejuicios, maneras correctas o no de actuar, de amar, de permitir la felicidad o no de los nuevos integrantes de la familia y eso lo vamos transmitiendo a una nueva generación.
Sin embargo, cuando venimos al mundo y nos encontramos con todo ese saco de “deber ser”, encontramos camisas que nos pueden quedar y un par que nos asfixian a un punto tal, que podemos padecer el dolor del “ser el raro” de la familia y desde allí caben dos rutas:
- Seguirle la corriente a la familia, actuar como ellos piensan que es correcto y sepultar nuestros sueños, necesidades, metas.
- Ir contra corriente de manera CONSCIENTE (si en mayúsculas), en una ruta que nos acerque a sentirnos en paz con nosotros y transcender en plenitud/bienestar.
Pero ningún proceso de crecimiento o trascendencia está exento de lágrimas y por eso coloco consciente en mayúsculas, porque la constelación te lleva a hacerte consciente de que:
- Mi historia ha sido tal como ha pasado, porque gran parte de que lo que pasara, fue una elección sutil, inconsciente y realizada desde el amor más profundo.
- Al pasado no se buscan culpables, sino resoluciones.
- Se evalúa en el contexto que sucedió, por lo que lo que haya pasado hace 50 años, fue perfecto hace 50 años; la cosa es que nos quedamos atados a un dictamen de ese momento y con las constelaciones se hace evidente.
- Quien logra el cambio a raíz de una constelación, es el adulto que sale de un estado de victima e indefensión infantil.
Ahora sí, ¿Cuáles son las premisas sistémicas?
Teniendo en cuenta todo esto, lo maravilloso de las constelaciones familiares se rigen por 3 premisas básicas, sencillas, pero de gran profundidad:
- Pertenencia: “Todos pertenecen”. En nuestra familia siempre tenemos a una persona que nos gustaría borrar, bien sea por tóxico, loco, malo, raro, enfermo o lo que sea. Pero, desde la mirada sistémica, todos quienes hayan estado dentro de la familia, han pertenecido y pertenecerán.
Intentar obviar esa parte, hará que en próximas generaciones se repita ese mismo patrón porque ningún árbol/clan familiar acepta o tolera espacios vacíos.
- Orden y Jerarquía: “Quien vino primero, va primero y merecen la honra”. Por eso nuestros padres es importante siempre tratarlos como nuestros padres, aunque por amor lo más común es que nos convirtamos en parejas emocionales de ellos, o peor, caigamos en la dinámica de ser “padres de nuestros padres”, pues hacer esto último es robarles la dignidad a ellos.
- Dar y Recibir: “Todo se compensa, tanto lo bueno como lo malo”. Esto es como la explicación de causa y efecto, pues toda acción generada por algún ancestro, generará algún efecto en nosotros y, por ende, cuando seamos ancestros nuestras acciones generan algún efecto en nuestros hijos/nietos. Es por esto que donde hubo algún estafador, habrá un estafado; igual pasa con los grandes males y lo grandes bienes que aportemos en nuestra vida.
¿Qué se constela?
A partir de estas premisas todo se puede constelar, pero no todo es constelable y esto pasa porque, para poder llevar un caso a un Constelador, debes filtrarlo por el siguiente tamiz:
- ¿Es una circunstancia a la que no le encuentras respuesta?
- ¿Te afecta enormemente que ocurra?
- ¿Es repetitivo y deseas romper con el patrón?
- ¿Quieres asumir el rol protagonista de tu vida al solventarlo?
Si ante este tamiz, todas tus respuestas son “SI”, entonces puedes constelar; de lo contrario solo querrás ir de curioso a hacer algo que posiblemente carezca de relevancia para ti.
Sin embargo, te planteo un breve listado de los temas que yo he podido constelar en los últimos años:
- Conflictos con padres, hermanos, hijos, parejas.
- Dificultades para sostener una relación de pareja.
- Dificultades para concretar pareja.
- Sentido y Propósito de vida.
- Emprendimientos.
- Adicciones.
- Divorcios.
- Adopciones.
- Infidelidad.
- Abortos.
- Miedos.
- Tristeza/Duelos.
- Secretos familiares.
- Accidentes.
- Estafas.
¿Cómo pueden ser las constelaciones?
Realmente las constelaciones se realizan a nivel general de dos maneras diferentes Grupal e Individual y en ambos casos; yo lo realizo a ciegas, pero eso te lo explico más adelante.
- Grupales: Suelen ser en talleres grupales, donde una persona expone el caso al Constelador y este al escucharlo, pide al grupo quienes desean participar para representar los elementos fundamentales, para representar la imagen interna que tiene la persona que presentó el caso.
- Individuales: similar a lo anterior, pero en vez de acudir a otras personas para trabajar con los representantes involucrados en el caso, se utilizan objetos y/o figurines para este fin.
¿Y cómo son las constelaciones a ciegas?
Para mí son las más profundas, porque al asignar a ciegas los roles de los representantes, dejamos enteramente que la información del campo se revele, sin que intervenga los juicios del representante, del cliente o del constelador, del cómo debería comportarse cada uno de los personajes participantes.
Con esto claro y si deseas constelarte de manera online o de manera presencial, puedes escribirme directamente a mi WhatsApp directamente desde acá.