Aunque este el nombre de este artículo, puede sonar «raro» en un primer instante; en mi experiencia como practicante de esta técnica de sanación y en mis conversaciones con mis amigos, pacientes, y colegas; he llegado a la conclusión de que es un hecho que las personas tienen derecho a estar enfermos.
Una de las cosas que podemos ver en nuestro transitar por esta vida, son casos de personas que pudiera sentirse mal, pero no va al medico; personas que tienen problemas de los pulmones y no dejan de fumar; o personas que sufren de temas de la tensión, pero no producen los cambios en su vida necesarios para disminuir los riesgos de un colapso de su corazón.
Sin embargo todas estas decisiones, aunque a nosotros como familiares/amigos nos ponga con los nervios de punta, son totalmente valederas y respetables; pues cada persona encarnó en esta vida con un propósito y con una lección que aprender.
Los que me conocen (personalmente o por esta vía); sabrán que soy partidario de la teoría de que la mayoría de las enfermedades que afectan el cuerpo físico, en su raíz tienen causas emocionales como traumas, miedos, culpas, rabias, duelos o rupturas, entre otros. Todos estos procesos deben ser cerrados y sanados a nivel emocional, para la obtención de una verdadera mejoría o sanación total de nuestro cuerpo físico.
La enfermedad es un estado donde tú cuerpo, que te da una alerta de que algo no marcha bien; pero te percatas de ello y buscas la forma de corregirlo a fondo, siempre encontraras una lección que debías aprender, donde las más comunes y de forma genérica, que he presenciado son: Dejar ir las cosas de no fueron (soltar); perdonar porque al hacerlo nos liberamos de carcas; confiar en el proceso de la vida y ver que el mundo no esta en nuestra contra; etc.
Ninguno de estos procesos son fáciles, sin embargo son lecciones que fueron decididas aprender por ustedes mismos en esta encarnación y merece el esfuerzo en dedicarse a ello.
Sabiendo esto, podemos convertirnos en fieles creyentes de esta teoría, pero el universo en su profunda sabiduría; nos coloca en el camino un espejo: la persona se resiste a sanar.
Allí es donde el Universo nos da señales a nosotros con esos espejos; en mi caso muy particular les comento la que he ido aprendiendo (apenas), pues tengo ya varios casos que se han repetido y por ende, soy yo el que no ha captado del todo el mensaje con estas situaciones:
Las enfermedades son procesos y/o lecciones que nos deja la vida para poder avanzar en el proceso del desarrollo de nuestra alma (eso lo captamos arriba); sin embargo, este principio no prevalece sobre la cualidad mas divina que nos dejó nuestro Creador y que nos diferencia de todas sus creaciones: El Libre Albedrío.
Al sobreponer este principio, sobre cualquier otro; se nos hace más fácil el camino, para entender y concientizar que cada uno tiene un proceso de aprendizaje diferente, y aunque vengamos a aprender las mismas lecciones, algunos las aprenderán mas rápidos que otros y eso debemos respetarlo.
Cabe destacar que también debemos revisarnos (nada es afuera que primero no es adentro), e identificar si algo de esa situación (que padece un ser querido) en que grado nos pasa a nosotros mismos y de la misma forma, verificar que nuestro impetud en que esa persona sane, no se trate de un asunto de mero ego.
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Namaste