La depresión representa un problema de salud psicológica a nivel mundial, que afecta a todos los grupos de edad y para el que se intenta ofrecer orientación y soluciones. Como cifra orientativa, se puede citar que sólo en EE.UU. afecta a cerca de 17 millones de personas al año.
Todo ser humano está expuesto a deprimirse seriamente, aunque sea una sola vez en la vida. La depresión puede manifestarse de forma diferente según la persona. En algunos individuos se repite con frecuencia, mientras que en otros puede aparecer una sola vez. Puede presentarse sin ninguna razón aparente, como puede ser causada por factores genéticos y hereditarios, por un evento traumático o por estrés.
La persona afectada por la depresión no comprende qué le está sucediendo y la falta de apoyo le afecta aún más. “¡Es que nadie me comprende!, suelen exclamar los deprimidos.
Ante síntomas evidentes de depresión se debe acudir al médico para que realice un diagnostico completo y establezca el tratamiento adecuado, que puede consistir en psicoterapia o medicación, incluso una combinación de ambos. Pero, además del tratamiento prescrito por el médico que se deberá seguir fielmente, existe otra vía complementaria que refuerza el tratamiento y permite agilizar la recuperación: el reiki.
Cierto es que hay depresiones que pueden estar debidas a factores, para las cuales también está indicado el tratamiento reiki, pero cuando se trata de la incapacidad de afrontamiento de un problema concreto, nuestra actitud frente a él puede resultar decisiva, porque, resulta curioso que, en multitud de ocasiones, sólo con cambiar nuestra manera de enfocarlo, el problema es como si pareciese haber desaparecido aunque continúe ahí, aunque sea “externo”y la vida pareciese volver a florecer.
El cuerpo es un sistema de partes funcionales que utiliza la energía como cualquier otro mecanismo. Los órganos del cuerpo crean una frecuencia que es la «energía vital«. Si ésta se bloquea, o baja de frecuencia, puede crear un desequilibrio en la persona, con diagnóstico de una enfermedad médica o mental. El reiki desbloquea la energía vital, equilibra y realinea los centros de energía, conocidos como chakras, con lo que se reestablece un buen nivel de salud y bienestar.
Una persona deprimida se siente cansada, baja ánimo y energías, sin ganas de enfrentarse el mundo, sin fuerzas para afrontar las pruebas y desafíos de la vida. Con reiki cambia positivamente la actitud hacia la vida, mejora el estado de ánimo y nos encontramos mejor sin necesidad de realizar ningún esfuerzo, ni modificar nuestro comportamiento, se siente una liberación de la carga emocional, se percibe como si el entorno y las circunstancias fueran mejorando por sí solas. Es como si volviese a florecer. Esto se debe al aporte energético del reiki que nos reabastece de nuestra fuerza vital que es la propia energía.
La terapia reiki no es invasiva, ni afecta o interfiere con medicamentos u otros tratamientos. Cuando un terapeuta de reiki coloca sus manos sobre el paciente, le esta transmitiendo la energía que le falta y que está ahí esperando a que la tomemos y hagamos un buen uso de ella. El reiki fortifica el organismo y ayuda a desbloquear las causas, esas molestas «ramas» que no permiten ver el valle de la salud. Grandes curaciones en todos los niveles suceden a partir de este estado de quietud y armonía.
Aún cuando se considera una depresión como un síntoma de otra patología (enfermedad, adolescencia, menopausia etc.) el reiki funciona igualmente. Ayuda al paciente con el síntoma y al mismo tiempo trabaja sobre la causa, aunque la solución ideal es aprender reiki mediante los cursos distribuidos en tres niveles, porque se ha constatado que, en pacientes con depresión, los que mejor han progresado, y de manera más rápida, han sido los que aprendieron a darse reiki a sí mismos (autotratamientos) y «tomaron las riendas» de su propia sanación sin la necesidad de tener que recibirlo a través de un terapeuta reiki.
A continuación se cita cómo actúa el reiki sobre determinados tipos de depresión o sobre la sintomatología de esta patología:
Depresión en la Adolescencia
En la mayoría de los casos no hay una causa concreta, sino que se debe a la forma en que los adolescentes tienen de ver la vida y esto suele ser provocado por los cambios hormonales que sufren en este período. A través del reiki se puede inducir al adolescente a un cambio de actitud hacia la vida y con ello la depresión desaparecerá o, al menos, se atenuará.
Depresión durante el Embarazo, Post-parto y Post-operatorio
En estos casos, el paciente se suele encontrar cansado y con poca fuerza. De nuevo, el reiki actúa subiendo los niveles energéticos de la persona. Con un tratamiento de 4 sesiones, normalmente es suficiente para superar las depresiones causadas por estos acontecimientos.
Depresión Causada por Dolor Crónico
Se sabe lo incapacitante que puede llegar a ser padecer un dolor crónico y todos hemos tenido la experiencia de sentirnos debilitados a causa de un dolor, aunque sólo se trate de un dolor de cabeza o de muelas. En estos casos el reiki ejerce una doble función. Primero, actúa sobre el dolor en sí eliminándolo o reduciéndolo y, segundo, sube el nivel energético de la persona debilitada, lo que le permite afrontarlo con más facilidad haciéndolo más llevadero, mejorando, de paso, su sistema inmunológico que podrá contribuir a paliarlo.
Depresión en Pacientes con SIDA
Se ha comprobado que el reiki, como tratamiento complementario, es muy eficaz para aumentar el sistema inmunológico del paciente mediante una combinación de mejora física y psicológica; el paciente se siente más fuerte, más capacitado para luchar contra la infección al mejorar sus defensas.
Sobre Síntomas de Depresión
Al ayudar a superar los síntomas por separado, con ello, lógicamente, contribuye a aumentar la capacidad para superar la depresión, al tiempo que ofrece al paciente un método alternativo para controlar su sintomatología de forma independiente facilitándole el control en cada situación que lo requiera.
Insomnio
El reiki produce una sensación de gran relajación durante y después de cada sesión, lo que permite a los pacientes dormir profundamente después de recibir un tratamiento.
Ansiedad
Por una parte, el reiki equilibra nuestro sistema energético, ayudando a eliminar las sensaciones de nerviosismo, tensión, inquietud, desasosiego, fatiga… causadas por un desequilibrio energético en nuestro ser. Por otra parte, el reiki cambia nuestra manera de afrontar nuestros problemas y nos permite abordar los desafíos de la vida desde un punto de vista positivo; dejamos de intentar resolver problemas con «dosis de ansiedad» y los enfocamos con más tranquilidad.
Cansancio
Como ya se ha mencionado, el reiki sube nuestros niveles energéticos lo cual repercute en la disminución del cansancio físico y en la recuperación de la fuerza vital para el desempeño de tareas físicas e intelectuales.
Efectos del Reiki sobre la Depresión
El reiki surte distintos efectos sobre la depresión en función del plazo de tiempo que éste se aplique o reciba:
A Corto Plazo
Tiene un efecto paliativo, alivia los síntomas de la depresión, de la ansiedad y del cansancio físico que suelen ir ligados a ella. Además, sube los niveles energéticos del paciente, con lo que se siente más activo. A corto plazo, el reiki «recarga las pilas» del paciente y como tratamiento inicial de emergencia es sumamente eficaz. Esto es debido a que una depresión suele tener como resultado una bajada de los niveles energéticos de la persona y el efecto se suele empezar a notar a partir de la primera sesión.
A Medio Plazo
Trabaja sobre la enfermedad en sí, mediante varias sesiones que pueden variar desde 4 sesiones hasta sesiones periódicas a lo largo de varios meses. Dependiendo de la gravedad de la depresión puede llegar a eliminar la enfermedad.
A Largo Plazo
Si consideramos que las enfermedades tienen un origen emocional o de desequilibrio del ser, el reiki a largo plazo puede llegar a sanar la causa raíz de la depresión. La experiencia demuestra que para una solución definitiva se debe investigar el origen de dicha enfermedad para evitar que vuelva a ocurrir, por ello, a largo plazo, el reiki empieza a trabajar la causa del problema y no sólo los síntomas. Aún cuando la causa pueda estar fuera de nuestro control, como un problema laboral, por ejemplo, el reiki nos ayuda a cambiar nuestra actitud hacia la causa concreta que la desencadenó.
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